LAS VACUNAS
Las vacunas son un medicamento biológico, ya que
para su fabricación se requieren organismos vivos.
Las vacunas Ayudan a contrarrestar diversos tipos
de enfermedades o virus. Generan antígenos y anticuerpos. Los primeros se
transportan al interior de las personas a las que se les aplique el medicamento
y los segundos se encargan de eliminar los agentes patógenos. Además inhiben el
desarrollo de enfermedades y evitan su reaparición en el cuerpo humano.
Las hormonas, los interferones y los anticuerpos
mononucleares, a pesar de ser también medicamentos biológicos, son diferentes a
las vacunas, porque, las hormonas, son sustancias secretadas por células
especializadas localizadas en glándulas de secreción interna o en su defecto
endocrinas y pueden ser utilizadas como medicamento. Los interferones, por su
parte, son proteínas producidas naturalmente por el sistema inmunitario de la
mayoría de los animales como respuesta a agentes patógenos. Y los anticuerpos
monoclonales son unos anticuerpos homogéneos producidos por una célula híbrida
que es inmune, lo que hace posible la unión entre estos y una molécula de
carácter, a lo cual debe su uso medicinal.
Las
vacunas pueden ser de diversas clases, como: las vacunas inactivadas, que son aquellas que contienen
microorganismos dañinos que han sido tratados con productos químicos y han
perdido su peligro. Las vacunas vivas
atenuadas, que son microorganismos que han sido cultivados expresamente
bajo condiciones en las cuales pierden sus propiedades nocivas. Las Vacunas toxoides son componentes tóxicos
inactivados procedentes de microorganismos en casos donde esos componentes son
los que realmente causan la enfermedad en lugar del propio microorganismo. Las vacunas acelulares consisten en una mezcla de componentes subcelulares
purificados del patógeno contra el que se quiere inmunizar, que normalmente
consta de proteínas antigénicas altamente inmunogénicas y que pueden contener
toxoides.